domingo, 23 de noviembre de 2008

Disfrutando en la nieve

Hoy me toca a mí contar lo que hicimos ayer sábado, ya que Rubén contó lo que hicimos el viernes. Nos levantamos tarde, bueno, me levanté tarde, más bien me despertó Rubén casi a las 14.00. Como teníamos que ir a comprar al súper, porque llevábamos dos días comiendo y cenando lo que pillábamos de la nevera (pero que conste que por falta de tiempo de ir a comprar, no por otra cosa...) pues decidimos ir a comer por ahí y luego ir al súper. Se lo dijimos a Marisol y a Rafa y aceptaron encantados, aún que Rafa acababa de venir de comprar... jajaja.
La verdad es que había un paisaje magnífico, con 5 o 10 cm de nieve, y lo sorprendente es que si no hace viento... ¡no hace frío! bueno, claro, si te abrigas bien. Voy a poner otra foto de mi ventana, para que veáis lo que aumentó la nieve, :P


Rubén, yo, Marisol y Rafa en la cuesta al lado de casa.

En vez de ir por la carretera, como de costumbre, atravesamos el parque Bolougner, ya que valía la pena dar un rodeo por allí. El lago estaba congelado y Marisol y Rubén se encargaron de comprobarlo.



A unos pocos metros hay un lago más pequeño donde están los pocos patos que no han emigrado. Los pobres nos perseguían para ver si teníamos algo de comer. Del lago salían burbujas, pero no sabemos si son calientes para que no se congele el lago, o solo sirven para que el agua se mueva para que no se congele.


Después comimos en un kebab, no sin antes dar unas cuantas vueltas por algunos restaurantes para ver los precios. Cuando salimos de comer, ya era de noche, de hecho se hizo de noche antes de comer... y nos fuimos al súper a comprar. Al salir del willy:s la calle peatonal parecía sacada de una peli de navidad.

El resto de la tarde seguimos en plan tranquilo. Marisol hizo café de vainilla, que con mi leche condensada no sabía a vainilla. Rafa bajó toffees y nosotros pusimos bombones y turrón, y nos lo comimos en mi habitación. Luego echamos unas partiditas al póker casero, que consiste en:
-Baraja de cartas made in Spain.
-Caracolas de pasta pintadas con rotulador de distintos colores según el precio de la caracola.

Luego se unieron Réka y Paco.


Al final tenemos suficientes caracolas para llevarnos el pack a Copenhague, para no aburrirnos en el tren, jeje.
Por la noche nos quedamos en casa viendo La torre de Suso que nos costó un montón bajarla, pero al final lo conseguimos. Total, que estuvimos los 4 todo el día juntos, jiji.

Ale, ya no os aburro más, me voy a cenar.

Besitos nevados!!

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