domingo, 30 de noviembre de 2008

Copenhague y Malmö - Día 1, Skövde-Copenhague

El jueves 27 cogimos el tren en Skövde con dirección Copenhague (Köpenhamn en sueco, København en danés) a las 11:15 de la mañana. Para allá íbamos Rafa, Marisol, Fran, Eva y yo. El sistema informatizado de la compañía ferroviaria sueca (SJ) funciona de tal manera que a medida que se venden billetes para un viaje, el precio de los mismos sube. Así, comprando con bastante antelación, se pueden conseguir buenos precios. En nuestro caso, conseguimos el billete Skövde-Copenhague en primera clase por un precio inferior al de segunda clase. Hasta Gotemburgo fuimos en el X2000, el tren rápido equivalente al AVE español, en asientos bastante cómodos, y con servicio gratuito de cafés y fruta. Pero en Gotemburgo cambiamos al Öresundståg, el tren que opera en la Región del Oresund, que es la región sur de Suecia y la oriental de Dinamarca, conectadas por el Puente de Oresund. En este tren la primera clase no era mucho mejor que la segunda, y los que preferimos esperarnos para tomar el café y la fruta para después de Gotemburgo, nos quedamos sin probarlos.

Rafa, Fran, yo y Eva en la primera clase del X2000

Eva, Fran y un ojo de Marisol

Fran y Eva en el Öresundståg

A Copenhague llegamos más o menos a las cinco de la tarde. Por supuesto ya hacía unas horas que era de noche, así que lo de ir de turismo tenía que esperar para el día siguiente. Lo primero que había que hacer era encontrar el albergue que teníamos reservado, el Sleep in Heaven. El albergue estaba en el barrio de Nørrebro, una de las zonas de la ciudad donde viven las clases bajas. En las guías de turismo lo definían como un barrio multicultural, lleno de pequeñas tiendas y restaurantes exóticos. Y era cierto, estaba lleno de kebabs, chinos, italianos, etc. A veces las calles no inspiraban mucha sensación de seguridad, pero no nos encontramos con nada raro. Incluso la gente se paraba a intentar ayudarnos cuando nos veían a los cinco algo perdidos mirando el mapa. No sólo en este barrio, en todo Copenhague se siente un ambiente mucho más "europeo" que en las ciudades de Suecia. Las calles están algo más sucias, hay más vida en la calle, se ve a más policía, etc. Pequeñas cosas que se notan bastante después de estos meses en Suecia.

Finalmente llegamos al albergue a eso de las seis. Desde el principio nos gustó bastante, con muchas mesas y sofás para descansar o tomar algo, las paredes pintadas con dibujos de la ciudad, guías de Copenhague con las mejores cosas para hacer para la gente joven... Lo menos bueno fue el dormitorio. Sabíamos que íbamos a dormir con más gente, pero al ser cinco personas y querer estar juntos, nos tocó el dormitorio más grande, con un total de 14 literas. Aquello parecía la mili. Y claro, con 14 personas (aunque la primera noche sólo estábamos 8 o 9) las posibilidades de que te toque a alguien que ronca son muy altas. Eva fue la que peor durmió la primera noche, pero ya nos encargamos de cansarnos para no tener problemas para dormir al día siguiente.

Después salimos a dar una vuelta por la ciudad. Cambiamos algunas coronas suecas a coronas danesas, ya que necesitábamos monedas para dejar las maletas en taquilla. Nos acercamos al centro, que por la noche está muy iluminado y es una pasada, y fuimos mirando sitios para cenar. Por el centro no nos convenció ninguno, ya que parecían más caros que los que habíamos visto en Nørrebro. Pero al volver nos encontramos con que en ningún sitio admitían tarjetas que no fuesen danesas, algo que no nos había pasado nunca en Suecia. Así que nos gastamos las pocas coronas danesas que teníamos en el kebab que mejor nos pareció.

Centro de Copenhague por la noche

Buscando un sitio para cenar nos pegamos una buena pateada, así que ya no nos quedaron muchas ganas para salir. Fuimos a un 7-Eleven (un 24 horas) y compramos unas cervezas para tomar en el albergue. Las leyes sobre alcohol y tabaco son mucho menos restrictivas en Dinamarca que en Suecia. En Dinamarca se puede vender alcohol en cualquier supermercado, y a cualquier hora. Y también se puede fumar en bares y discotecas. Además los precios son muy parecidos a los de España (no en el resto de cosas), pues no tienen los impuestos de Suecia, que en alcohol y tabaco son superiores al 50%.

En el albergue estuvimos jugando a las cartas hasta la una y pico. Entre risas se nos hizo un poco tarde. A la mañana siguiente había que madrugar para aprovechar las pocas horas de luz que hay en invierno en los países nórdicos.


8 Comments:

Serrador said...

Manda güitos, ni una foto de goteborg... XDD

Jarke said...

Pero si en Gotemburgo sólo nos dio tiempo a bajar del tren y subir al siguiente. Ya pondremos en próximas entregas, desesperao, xDD. O cuando hagamos un remember de los viajes a Gotemburgo.

Peter Parker said...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Peter Parker said...

Alguna foto de la Sirenita? ;)

Cisco said...

Que bien redactas Rubén, no te has dejado ni una coma. Queremos el segundo dia!! xD

Eva said...

Fran, generosamente te he robado una foto de tu blog. Que las mías del centro salen borrosas.

Joseju, no cambies de canal, mañana ma ma ma más.

Jarke said...

Mierda, he vuelto a comentar como Eva, cuando en realidad era yo. Tengo complejo de doble personalidad.

Eva said...

Pues tiene que ser chungo tener ese complejo cuando te sientes tu mismo y tu novia, no?? xD